No voy a especular ni a caer en retóricas baratas hablando del contenido ni de la filosofía de Marco Aurelio; sobre ella se ha dicho todo, que es lo mismo que decir que no se ha dicho nada. En todo caso no seré yo quien empiece. De lo que hablaré es del libro que yo tengo, de mi ejemplar; me refiero al ‘objeto’, a su hechura, y a un detalle especial que lo distingue.

A pesar de sonar a lugar común no puedo dejar de decirlo: es una hermosa, en realidad bellísima edición íntegra de la obra del Orbis Imperator: parece una pieza de museo. Aunque en español, fue publicado en París a finales del siglo XIX por la ya desaparecida Casa Editorial Garnier Hermanos, ubicada entonces en ‘6, Rue des Saint-Pères, 6’. La traducción y el prólogo (‘vida del emperador MARCO AURELIO’), son de Joaquín Delgado. Formato en rústica con tapas duras en cartón grueso, pátina mate que replica a la perfección el cuero veteado y viejo de los incunables. No me canso de palparlo, mirarlo, olerlo, y nunca de leerlo. Pero más que esos rasgos físicos, sobre lo que quiero llamar la atención es lo que atrás designé como “detalle especial”. Me refiero a la cadena de propietarios y lecturas que el libro evidencia. Normalmente cuando adquiero libros en librerías de viejo, o puestos de reventa, lo primero que hago es borrar el nombre y las marcas de lectura (subrayados, por ejemplo) si están hechas a lápiz, a menos que sean interesantes. Cuando son con tinta me resigno a dejarlas. En el caso de Pensamientos nunca lo hice a pesar de tenerlo conmigo hace más de veinte años y de que estando a lápiz, pude desaparecerlas; de ellas no hubiera quedado ninguna huella. Sin embargo siempre experimenté un profundo respeto por la impronta dejada por sus anteriores tenedores. Se trata de varios nombres, algunos difíciles de leer, otros con letra definitivamente ilegible. Casi todos anotaron fechas al lado o debajo de las firmas. Que permanecieran ahí siendo frágiles anotaciones a lápiz significa que el siguiente propietario decidió conservarlas. Eso hizo que yo actuara igual limitándome a rubricar la mía también a lápiz, aunque antes, tal vez a poco de adquirirlo, lo marcara con un pequeño, discreto y simpático sello de caucho que ya no conservo.

La anotación más antigua, a lo mejor del primer propietario, dice textualmente: ‘Juan F. Harry M. Barranquilla. Agosto 25 del 33’, y se encuentra en la página 333. La segunda se halla en la página 328, y dice: ‘Dic. 7/53. Terminé de leer Pensamientos de Marco Aurelio’; debajo hay una firma ilegible. En la página marcada con número romano IX, donde empieza la biografía escrita por el traductor, de nuevo irrumpe el nombre de ‘Juan F. Harry M’. En la página ‘V’ del prólogo hay otro nombre sin fecha: (¿)’JSulvara M’ (?), y al lado dice: Jorge. De modo que debe tratarse de alguien llamado Jorge -¿Sulvara?- M. En otras páginas: 63, 111, 250 y 251, hay más firmas ilegibles, trazadas con bolígrafo, diferentes de las ya mencionadas. Además de lo anterior encontré varias (pocas en realidad) marcas de lectura, tales como signos de admiración, flechas, numerales de ‘pensamientos’ encerrados en círculos, etc. En la página 334 (sin número) vuelve a aparecer, esta vez con bolígrafo, la fecha ‘7/12/53’ con la misma grafía del lector desconocido que, como dije atrás, dató el final de su lectura con tal registro. Por último en la página 336, también sin numerar (en realidad es una de las guardas traseras) aparece escrito: Diciembre 9/53. Cartagena, y al lado, ‘Ell’, o: ‘EU’, y enseguida ‘Venezolanos’. Como dato curioso toda esa página presenta marcas de escritura  de un texto que su autor se aseguró de borrar muy bien. Tal vez podría intentar una de esas técnicas sencillas de recuperación gráfica sombreando la página anterior aprovechando que, como se aprecia, los trazos son profundos, pero me falta paciencia, ánimo, y quiero respetar la privacidad o intimidad del comentario. ¿Adónde apunta todo lo que acabo de consignar? Simplemente a hacer el inventario de un hecho curioso relacionado con ‘la vida’ de solo uno de mis libros. Sí, los libros viven. Como las plantas, las piedras, los animales, el hombre y el universo, y como cualquier objeto (inerte o vivo), esa vida es una existencia singular. Recuerdo casos, no tan prolíficos como el de Pensamientos de Marco Aurelio sobre los cuales podría hacer un ejercicio semejante. La vida viva de mi Pensamientos es única, irrepetible, y diferente de cualesquier otra de otro ejemplar de Pensamientos, aunque contenga los que pensó Marco Aurelio. Incluso, esos Pensamientos no son los mismos de mi volumen, y los de cualquier otro, a su vez, serán diferentes de los anteriores. Si no que lo digan sus discretos tenedores/lectores, háyanlos o no firmado. La vida de cada Pensamientos, solo finalizará cuando desparezca el objeto que la contiene. En algunos casos ocurrirá años (¿por qué no siglos?) después de muertos sus “dueños”.

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Natural de Ciénaga de Oro (Córdoba). Fue profesor del Programa de Lingüística y Literatura de la Universidad de Cartagena durante veinte años. Autor de la trilogía novelística Todos los demonios conformada por Días así, Metástasis (ambas publicadas), y Proyecto burbuja (inédita). El resto de su obra se encuentra inédita, y está formada por otra novela, varios libros de cuento y de ensayo, un poemario, y otros escritos.

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