Ana Victoria Padilla Onatra nació en Cartagena. Es poeta e historiadora. Desde el año 2010 en compañía de un par de amigos explora la confluencia entre poesía y sonido, primero con el colectivo de arte sonoro Octavo Plástico y actualmente con el proyecto Murmuration [poesía+sonido]. También realiza fanzines bajo el proyecto Libros suavecitos, laboratorio de edición de asuntos mínimos y efímeros. Se ha desempeñado como asesora de investigación, asistente de producción, editora y tallerista en proyectos edu­cativos, artísticos y culturales. Sus poemas se alojan en fanzines, muestras poéticas, revistas digitales e impresas, o resuenan secretamente en los lugares a donde la poesía la ha llevado. Tiene dos poemarios inéditos (Aurora y Miniaturas del asombro), y el último, titulado Nostalgia de tigre, publicado parcialmente por Tristes Trópicos editorial.

Tristes Trópicos es una editorial independiente colombiana, creada por la escritora y artista Daniela Prado, en este proyecto se llevan ediciones cuidadas por medio de procesos delicados y artesanales que buscan ofrecer una experiencia sensorial, espiritual y poética desde su diseño y contenido.  Se enfoca en escritoras colombianas y latinoamericanas con exploraciones en poesía expandida, eco poesía y temáticas sobre el cuerpo y el territorio.

Pueden conocer su trabajo en su cuenta de Instagram: @tristestropicosed


El niño de Kromdraai

Encontrar lo que hizo humano a los humanos

es el eslabón perdido con forma de hueso

que le quita el sueño a los paleontropólogos.

Los únicos –con los petroleros- capaces de cavar

cualquier hueco hasta el infierno.

Hace poco encontraron al

niño humano más antiguo jamás excavado:

El niño de Kromdraai.

Dicen que este niño, ya no tan niño,

está más cerca de un niño moderno

que el australopiteco.

Los australopitecos también fueron niños,

por supuesto.

De ellos se conoce El niño de Taum.

La diferencia entre ambos

se aloja en el mentón:

El de Taum tenía el mentón retraído.

El de Kromdraai tenía un mentón prominente.

Entre ambos hay tantos años de silencio

de caminos

de caídas

de golpes donde antes no había mentón

y de mentones raspados.

No sabemos entonces en qué momento nos hicimos más humanos

                                                               [Lo olvidamos por completo]

Pero, por lo menos, sabemos cómo era un humano

hace dos millones de años, según los expertos:

Menos retraído que en el Pleistoceno temprano.

Una casa para el tigre por Joseph Cornell

Ante el desamparo

construyo una casa.

La limpio

La amueblo

como quien compone una canción.

Cuando encuentro que el lugar es acogedor

saco de mi bolsillo la pequeña figura

del tigre que llevo conmigo desde esta mañana.

La ubico sobre la mesa de madera.

Al fondo

un tapiz hecho con trozos de cartas abandonadas

y cuatro hojitas verdes que recogí del jardín

le infunden calidez a la estancia.

Mis manos están discretamente felices con su labor.

Desde aquí el tigre creará

todos los sueños del tigre.

Es hora de apagar la luz

para que el animal se agazape

sobre su propia constelación

y provoque los sueños

de nosotros, los durmientes.

Vayamos al mar

Hoy es el día ideal para regresar al agua

y hacer de nuestras panzas desnudas

islas temporales.

Tal vez algún náufrago a la deriva

necesite una orilla donde descansar

del vaivén de las olas

de la furia del viento

del reducido espacio de su balsa.

No sabemos, amor.

Tantas cosas que desconocemos

y sin embargo aquí estamos

en esta galaxia

en este planeta

en esta Tierra de agua.

Intuyendo a ratos la inmensidad del universo

y la sonrisa de aquellas cosas

tan sencillas

tan livianas.

Como la semilla al viento

Como el gesto de Nina a la espera de tu caricia

Como tus ojos recién abiertos cada mañana.

Aquí estamos, navegando en este mundo

colectando estrellas fugaces

asegurando la mano de plátano, la renta

la arenita de los michis.

Luchando contra el tedio de las pantallas,

aboliendo el éxito y el fracaso

en este siglo cansado de sí mismo

donde todos tenemos algo de náufragos

incluso aquellos que todavía no conocen el mar.

Lista de títulos para canciones que no existen

La casa del laurel

La siesta de las abejas

Un visitante feliz

Hay una fiesta en el jardín

Excursión de las hormigas

Atardecer en Marbella

Mediodía bajo roble

La última vez que vi una luciérnaga

Una casa que no conozco

Alguien mira a través del follaje

Un gato se asoma a la ventana

Entra mariposa

Juguetes de Walter Benjamin

Álbum de estampillas

Cromo fuera de serie

Cuatro gatitos


Quedan pocos ejemplares que pueden conseguir con la autora en Cartagena a través de su cuenta de Instagram: @victoria.onatra y con el Proyecto Aluvión en la ciudad de Barranquilla, contactándolas a su cuenta: @proyecto_aluvion.

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