Las declaraciones del embajador de Colombia en España, a propósito de la participación de Colombia como país invitado a la 80 Feria Internacional del Libro de Madrid, relacionadas con el argumento de «neutralidad» con el que fueron elegidos quienes representan al país en uno de los eventos culturales más importantes del año en Europa, suscitaron una fuerte polémica con el gobierno de Iván Duque entre críticos, estudiosos, lectores y algunos escritores.
Frente a ello, Andrea Cote Botero, Mary Grueso y Rómulo Bustos Aguirre, poetas de la delegación colombiana presente en la Feria, se pronunciaron con una declaración contundente que, gracias a la generosidad de Rómulo, compartimos con ustedes, estimados lectores:
En defensa de la poesía: declaración pública de Andrea Cote Botero, Mary Grueso y Rómulo Bustos Aguirre
MESA DE POESÍA: TERRITORIO Y CULTURA
20.09.2021
Las declaraciones del Señor embajador de Colombia previas a la Feria del libro de Madrid 2021 son, a todas luces, ofensivas. La denominación “neutro” es inaceptable para cualquier escritor porque, como afirma la poeta norteamericana Alice Notley, una voz poética se alimenta siempre del coraje. Toda poesía es resistencia. Todo acto humano es ideológico. Ciertamente estas palabras partieron de un total desconocimiento de lo literario, pero a la vez que han servido para abrir un debate sobre la censura puesta en práctica con autores considerados como críticos del gobierno, permiten poner el foco en las censuras sistémicas del Poder. Y este nos parece un debate tan significativo y urgente como aquel.
¿Por qué asistir a un escenario que -más allá de la actual coyuntura del gobierno de turno siempre ha estado estructuralmente viciado de censuras? Consideramos que dejar vacío nuestro sitio es negar un lugar a ese espacio de resistencia simbólica que es la poesía, en un momento de nuestro país y del mundo en que es absolutamente necesario no permanecer en silencio, negar un lugar a un hacer literario cuya exclusión se ha normalizado en las representaciones internacionales de nuestro país, sean ellas oficiales o no oficiales. En ese mismo sentido sería negar visibilidad a regiones tradicionalmente marginadas, como la costa Pacífica y la costa Caribe, a la literatura escrita por mujeres y a las, de modo perverso, llamadas minorías étnicas, tal como efectivamente están presentes los afrocolombianos en esta Mesa de Poesía.
Queremos también dejar constancia de algo que resulta realmente inquietante:
En los varios textos que han surtido la polémica proveniente de articulistas y de los propios novelistas se parte de proponer un listado canónico, un elenco de escritores excluidos pese a su significación en la literatura colombiana. Se trataría de un verdadero agravio a la gran literatura nacional, de las últimas décadas. Y esto es así. Pero nos parece llamativo que en el listado de los faltantes a la Feria se enumera siempre solo novelistas. Curiosamente no se echa de menos poetas u otros géneros como el cuento, el ensayo, la crónica periodística. Al parecer, se da por sentado que la gran literatura colombiana es solo la que escriben los novelistas actuales. ¿Los excluidos también excluyen? Bucle pernicioso que hay que superar. Y esto sería otro sesgo ideológico tan perverso como el sesgo ideológico abiertamente político del gobierno. ¿La Poesía no solo expulsada por Platón de la república de la literatura sino también por los propios escritores? Esto también nos parece inaceptable.
Queda, pues, abierto un debate sobre el campo literario, en lo que para algunos supone el defender la pertinencia de un autor porque éste sea “consagrado” o más conocido o de un género porque este sea más publicitado. Estos argumentos desconocen un sector esencial del pensamiento literario y a las editoriales independientes que apuestan por géneros objeto de marginación como los señalados. Yolanda Reyes, recordaba ante María Ximena Duzán, que es tarea de lo público aportar un balance en la representación cultural, respetando el espacio de aquellos cuyo reconocimiento no puede depender del mercado. En nuestro caso -aunque también consideramos en algún momento declinar la invitación a esta feria- como poetas mujeres, negros y autores de editoriales independientes reclamamos ahora y a futuro la importancia de este espacio en una feria a la que poco se invita a los poetas, porque el nuestro es un arte marginal y político por definición.