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    Cómic

    Los caballeros de la orden del Cemí. Entrevista con los historietistas cubanos ganadores del premio La Edad de Oro 2023

    Dayanet Polo MatosBy Dayanet Polo Matosoctubre 19, 2025No hay comentarios37 Mins Read
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    Los conozco. Son de mi tierra, Santiago de Cuba, ganadores del premio La Edad de Oro en la categoría cómic. Pero alto… ¿cómic? Yo no sé mucho de esa rama del arte en nuestro país y menos de la obra de estos dos caballeros, creadores de La Orden del Cemí. Creo que mi pequeña tribu de lectores tampoco. Así que, ¿por qué no hacerles algunas preguntas que me aclaren el panorama nacional, sus experiencias particulares y ya de paso las comparto con ustedes?

    Dayron nació en Santiago de Cuba el 14 de mayo de 1982 y actualmente reside en Ciudad de La Habana. Fue miembro del Taller de Narrativa de Aida Bahr en Santiago de Cuba y publicó en la antología de cuentos (compilada por Aida): Para subir al cielo. Ediciones Santiago, en el año 2006.

    Oscar Andrés Lorenzo Calzado también nació en Santiago de Cuba el 9 de agosto de 1994. Miembro de talleres de pintura en la Casa de la Cultura Miguel Matamoros desde la temprana edad de diez años (actualmente es miembro del coro de Santiago de Cuba). Sin embargo, la interacción con los videojuegos y el arte digital lo inclinaron hacia las esferas del Cómic y el Manga Japonés.

    Juntos publican el primer capítulo de la historieta con animación japonesa: Independencia, por la Editorial Oriente. Luego, obtienen el Premio La Edad de Oro del 2023 en la categoría de Historieta. Me han llegado rumores de que tienen muchos planes para el futuro, que van a desarrollarse dentro de los universos de ambas historietas.

    Primero que nada.

    Roja: ¿Cómo se conocieron estos dos creadores pertenecientes a ramas artísticas diferentes? ¿Qué los motivó a comenzar a trabajar juntos?

    Dayron: Bueno, creo que esta pregunta va a ser buen ejercicio contra el Alzheimer. Nosotros hemos sido amigos por más de 25 años. Óscar era un vecino de mi barrio (ten en cuenta que para un cubano y más un santiaguero, un vecino puede vivir a unas 9 cuadras de tu casa). Nos conocimos por amigos en común, a pesar de que es doce años menor que yo. Siempre lo guié en sus proyectos de informática y sus primeros dibujos, pero no fue hasta el 2015 que empezamos a trabajar en el manga de Independencia, creado por Óscar en sus inicios.

    Oscar: No me acuerdo ya casi cómo fue que lo conocí, jajaja. Pero, haciendo memoria diría que fue a través de una amistad en común. Él vivía “relativamente” cerca de mi casa así que podía ir a visitarlo varias veces. También, me invitaba con frecuencia a lugares de recreo. Empezamos a trabajar en los cómics porque le conté que tenía una historia basada en las guerras de independencia. Me ayudo con el guion y de ahí en adelante seguimos trabajando como equipo.

    Izquierda: Oscar. Derecha: Dayron

    R: ¿Cómo llega Dayron Serpa a ser guionista de cómic luego del taller de Aida Bahr?

    D: El taller de Aida Bahr ha sido mi mayor escuela. Nuestro grupo fue el primero y logramos ser seleccionados para una antología de jóvenes mayormente santiagueros (creo que algunos eran de Granma y Holguín, pero vivían todos en Santiago). El «Taller de Aida» duró muchos años hasta la pandemia y yo estuve asistiendo, siempre, hasta el 2017. Ella es y será por siempre mi profesora guía, la cual tendrá que ver en mucho de que seguro me vas a preguntar.

    Mi pasión es la narrativa, pero debo reconocer que no soy tan organizado para pulir mis historias, tal vez por eso tengo muchas inconclusas. Mi primer guion fue muy simple, de hecho ni siquiera existe guardado bajo el concepto de guion. Independencia era una historia que Óscar venía gestando hacía años y que ya estaba desesperada por nacer. Yo lo ayudé a darle lógica y comprensión a lo ya dibujado, entonces yo creé el guion partiendo de la historia ya casi completa.

    R: Háblame de tu proceso creativo: ¿Cómo sueles desarrollar una idea inicial hasta convertirla en un guion estructurado?

    D: Mi experiencia con guiones es bastante novata, podría decir que hoy por hoy es que estoy cogiendo mis máximas experiencias. Siempre enfrenté el desafío como un cuento corto. Imaginaba primero lo que deseaba contar, cómo lo iba a contar y luego empezaba a escribir (un cuento). Óscar siempre ha sido mi dibujante, hasta el momento (algunas veces he dicho esto en conversaciones con otras amistades y me dicen que si yo me lo estoy apropiando. Espero que Óscar diga igual: mi guionista). Ponernos de acuerdo no era muy difícil mientras viví en Santiago de Cuba, ya después si vinieron los desafíos, trabajar a distancia en Cuba es difícil y caro.

    R: ¿Trabajas con esquemas, sinopsis o directamente escribes escenas?

    D: Sí, con esquemas. Suelo hacer primero una tabla con todos los personajes que intervendrán en la historia y llevo documentos aparte dedicados a la investigación alrededor de la historia. En el caso de Independencia ya sabemos cuáles serán las diez hazañas por contar de la Guerra de los Diez Años en Cuba, pero el mayor reto, está en adaptar esa historia a un futuro en otro planeta donde poner a mambises y españoles tiene dificultades a la hora de recrear las diferencias armamentísticas. Por ejemplo: sabemos cómo se desarrolló la primera carga al machete: fue una emboscada, pero, ¿cómo haces una emboscada en un mundo de tecnología futurista y rifles de plasma? Bueno, tuvimos una idea que espero que funcione dentro del pacto ficcional. También uso sinopsis y luego voy poniendo un número aproximado en cada página de cuántas viñetas serían y qué sucede en la página, lo demás es libre creativa de mi compañero. Luego entramos en debates.

    R: ¿Cómo describes las acciones visuales complejas para que Oscar las entienda?

    D: En mi guion tengo siempre un código de colores, que indica qué tipo de texto es el que el dibujante va a utilizar, por ejemplo, los diálogos van en negro, cuando hago descripción de la acción o del entorno, dígase también hora y condiciones atmosféricas, todo eso va en rojo. La narración siempre en azul y los pensamientos de los personajes en verde. Además, siempre conversamos la historia un millón de veces, para que él vea mi visión. Esto es a grandes rasgos, hasta ahora las historias o son de Óscar o son mías, por lo que es más fácil entendernos.

    R: ¿Cómo equilibras diálogos, narración y acción en tus guiones? ¿Hay alguna regla para esto, bien sea de conocimiento general o implementación tuya?

    D: Estoy en constante aprendizaje y ahora mismo no tengo una guía como tal que me dé ese equilibrio del que hablas. Soy un buen lector y de cómic ni se diga, por lo que a lo mejor he tomado referencias de otros grandes autores, también podría decir que llevo mis historias como si fueran mis cuentos y no guiones. Reglas puede que existan, pero yo las aplico a mi manera, tal vez algunas por deducción lógica.

    R: ¿Cómo adaptas tu escritura al estilo de tu dibujante?

    D: Óscar es joven y está en pleno desarrollo de su estilo, Independencia, en su primer capítulo fue un manga en un 50 % de la regla, es decir el dibujo era imitando el estilo japonés, pero la organización y lectura es estilo cómic americano o historieta latina. Ya para La Orden del Cemí, trabajamos buscando un estilo más propio, que no fuera tan asiático, a pesar de que es lo que más le gusta a él y yo lo respeto. La cuestión quizás no es cómo lo adapto, sino que ambos fluimos como el Yin y el Yang en nuestro proceso de creación.

    R: ¿Has modificado algún guion por sugerencias de él?

    D: Siempre, los guiones que hemos trabajado siempre sufren modificaciones, tanto por sugerencias de él, como por parte mía luego del sagrado reposo del texto terminado.

    R: ¿Qué estructura narrativa prefieres (capítulos, arcos, one-shots) y por qué? Aclaremos que los one shots son historietas de un solo capítulo.

    D: No es una camisa de fuerza, ahora mismo estamos trabajando en temporadas o arcos por capítulos y en formato novela gráfica, la cual es parecida a un one-shots pero más largo, sobre las 80 a 150 páginas.

    R: ¿Cómo manejas el ritmo y los cliffhangers? (escenas del final del capítulo, que generan el suspenso necesario para hacer que la audiencia continúe en la otra entrega).

    D: Como escritor de historias cargadas de acción, busco ir mezclando varios planos argumentales, los puntos de vista de varios personajes, los positivos, los negativos y en ocasiones los neutros. Trabajo mi historia como si fuera una serie de televisión, una muy bien hecha, jajajajaja. Trato de frenar la historia en el momento preciso y salto a otros puntos de vista, buscando precisamente el gancho, la expectativa. Con Óscar siempre busco ocultar símbolos importantes en las viñetas, nada está dibujado como simple decoración, todo es parte de la historia, incluso aunque la pistola la veas muchas veces y en ese capítulo nadie la dispare, eso tiene su momento, ya saldrá humo de ella.

    R: Me gusta esa idea de ustedes. ¿En qué géneros te sientes más cómodo?

    D: Bueno soy escritor de fantasía y ciencia ficción, por lo que estos son los géneros en que más cómodo debería sentirme. Digo debería, porque a mis 43 años, tengo historias en otros géneros que podrían extrapolarse a guion de cómic. En el caso de La Orden del Cemí, a parte de obra que toca la mitología heterogénea de nuestro país, pienso en ella como una historia de ficción histórica. No voy a dar muchos detalles, pero es bueno decir que este universo en construcción tiene a muchas figuras de nuestro país como protagonistas o personajes secundarios, algunos muy, pero muy cercanos a nosotros los escritores de fantasía y ciencia ficción.

    R: ¿Cómo logras desarrollar el lenguaje artístico del cómic sin que parezca acartonado o excesivamente coloquial? ¿Qué criterios tienes en cuenta?

    D: Son muchos años leyendo buenos cómics y asistiendo a talleres de narrativa tanto con Aida como en el Centro Onelio y el Taller Espacio Abierto. Todos ellos me han ayudado a darle mejor vida a mis historias y cómics. Mantengo el mismo trabajo de diálogo que en una obra de narrativa, teniendo en cuenta sus peculiaridades. Lo otro es que cuando ya el guion está puesto en el cómic, aún sigue sufriendo adecuaciones y todo aquello que no resulte comprensible para los lectores puede modificarse.

    R: Oscar, ¿cómo describirías tu estilo artístico? ¿Qué artistas te influyen?

    Óscar: Una mezcla de varias fuentes y corrientes de historietas, en especial el manga con toques del cómic americano. Eso no quita que también haya influencias europeas. Los artistas que más me han inspirado son los japoneses, en especial Dragon Ball de Akira Toriyama, pero los mangas que más me inspiraron a crear mis propias historias fue Needless y Medaka Box. En cuanto a mi estilo, creo que los artistas que más me han influenciado serían: Ogure Ito por su composición de viñetas, la dinámica y perspectiva de sus dibujos; Eduardo Risso, cuya estética recuerda mucho a Frank Miller (del cual también tomo mucha inspiración); Chase Conley, un animador americano que cuenta con estilo muy dinámico e inspirado en los clásicos de culto de Madhouse. Uno que me impulso a detallar mis obras es Joe Madureira, que crea composiciones y diseños de personajes muy únicos.

    R: ¿Trabajas de manera tradicional (lápiz/tinta) o digital? ¿Qué herramientas usas?

    O: Antes solía trabajar de manera tradicional, el primer cómic de Independencia fue hecho de esa manera, pero, lentamente empecé a emigrar al medio digital por falta de recursos. En digital empleo un Pen Tablet Wacom para dibujar y Clip Studio Paint para hacer las ilustraciones y cómics.

    R: ¿Cómo traduces las descripciones del guion de Dayron a viñetas?

    O: Primero me guío por las instrucciones del guion de Dayron y luego uso mi imaginación para adaptar el manuscrito a mi estilo. En el camino dialogamos constantemente sobre qué escenas modificamos, añadimos o quitamos del trabajo.

    R: ¿Alguna descripción de Dayron ha limitado tu creatividad visual? ¿Cómo lo resuelves?

    O: A veces me pasa que me encuentro partes en el guion muy complejas y difíciles de adaptar en cómic. Cuando eso pasa, llamo a Dayron, le planteo mi punto de vista y entre los dos discutimos hasta llegar a un acuerdo.

    R: ¿Cuál es tu flujo (bocetos, layouts, entintado, color)?

    O: Antes solía hacer mini bocetos de las páginas y de ahí hago los bocetos en sí y procedía al entintado. Pero últimamente me decanto más por hacer una especie de mini storyboard con cada escena del cómic. De esa manera me resulta más cómodo y rápido trabajar. Luego transformo esas escenas en viñetas de una página (todavía de manera muy boceteada) y una vez que dicho boceto es revisado por Dayron, procedo a hacer los bocetos reales y de ahí entinto la página. Si la página llevara color, entonces no hago muchos rellenos de negro ni muchos trazos, para enfocarme luego en el color.

    R: ¿Cómo manejas plazos ajustados sin sacrificar calidad? ¿Te ha pasado?

    O: Sí, nos ha pasado, justamente con la Orden del Cemí. Dayron se enteró muy tarde (casi un mes del plazo) y nos pusimos a trabajar de manera rápida en el cómic. Si un plazo es muy ajustado, influye en mi trabajo, no exactamente en la calidad del dibujo, pero sí las composiciones de plano y viñetas.

    R: Ah, pero este salió muy bien, ganaron hasta un premio. ¿Prefieres guiones detallados o con libertad interpretativa?

    O: Prefiero guiones que no me den tantos detalles y me permitan dibujar de la forma que más me guste. Siento que, si un guion es demasiado detallado, no me permite expresarme en el cómic de la manera correcta en que lo siento. Afortunadamente, Dayron no me exige nada respecto a la forma de los planos ni nada que tenga que ver con la composición de viñetas, así que soy libre de hacerlas como quiera.

    R: Una ventaja para el entendimiento del equipo. ¿Cómo diseñas personajes memorables y expresivos?

    O: Usando reglas de diseño básicas como las siluetas generales de los personajes. Para la ropa intento que, en las limitaciones de la historia, sean muy distintas entre sí, así los personajes no se verán iguales. También, si bien hay historias basadas en el mundo real, no deja de ser ficción. Así que intento diseñar siempre a los personajes de manera que, mediante su look, expresen cómo se comportan de acuerdo a la historia. Y para lograr las expresiones de los personajes tiendo a caricaturizar y exagerar sus gestos tanto faciales como físicos. A veces uso de referencia personas reales para lograr tanto una pose como una expresión que me convenza.

    R: ¿Qué técnicas usas para el dinamismo (encuadres, perspectivas)?

    O: Perspectivas con ángulos y líneas de perspectivas extremas. Giros de cámara dinámicos. Los encuadres los hago siempre para que no se sienta monótona la lectura. Y para los combates tiendo a usar muchas posturas en 3d y personas reales si puedo.

    R: Ahora, Óscar, Dayron, ¿cómo surge Independencia? ¿De dónde sale la idea para su desarrollo?

    D: El mejor para responder esto es Óscar, pues la idea original es de él. Si bien con el transcurso del tiempo yo he organizado toda la historia. Solo agregar a tu segunda pregunta que la idea nace de contar la Guerra de los Diez Años de otra forma, aunque manteniendo el hecho histórico.

    O: Desde que estaba en la escuela, leí varios acontecimientos de la historia de Cuba, en especial las Luchas Independentista desde el 1868 hasta 1895. Me llamaron mucho la atención los hechos y los personajes, así que se me ocurrió la idea de re-contarla, pero desde un punto de vista fantasía sci-fi. Idea que luego con Dayron evolucionó hacia la ópera espacial. Fue por el deseo de que más personas supieran lo maravillosa e interesante que es nuestra historia. A muchos no les gustaba esa asignatura y no los culpo, ningún profesor demostraba pasión por el tópico. No fue hasta la universidad que encontré una profesora de Historia de Cuba que enseñaba la historia de nuestro país de una forma más dinámica y atractiva. Era como si nos llevara directamente a los momentos en el tiempo.

    R: ¿Y La Orden del Cemí?

    D: La Orden del Cemí nace de un intento por mostrar nuestra cultura y mitología de otra forma, llegar a donde nadie ha llegado. Contar sobre sucesos que forman parte de nuestra historia y que de cierta forma están cargados de fantasía. Conocemos que Cuba tiene una mezcla de cultura basada principalmente en españoles, descendientes de africanos, aborígenes y chinos, estos en mayor grado que los mismos aborígenes. Pero hay más, hemos tenido comunidades de judíos, japoneses, árabes, alemanes, polacos y una pequeña interacción con los ingleses, que, aunque corta, seguro dio sus frutos en cuanto a mitología y cultura. De los aborígenes tenemos a los cemíes, de los africanos tenemos los orishas, a San Fan Con por parte de los chinos y el cristianismo de los españoles, pero y todos los otros ¿qué pueden habernos aportado de su cultura? Eso es lo que pongo dentro del Universo de “La Orden del Cemí”. Tenemos una variedad de leyendas como nunca ha sido usada en la historia del cómic cubano, o al menos que podamos recordar.

    O: La Orden del Cemí es el bebé de Dayron, es el que mejor responderá esta pregunta. Aun así, si debo de añadir algo. Estoy contento con que hayamos podido publicar una historia así, ya que incluso mi propio sensei tenía ideas desde hace tiempo de hacer una especie de Supernatural, pero sobre el folclor y mitos cubanos. Lástima, que nos adelantamos jajajaja.

    R: ¿Cómo ha sido la recepción del público a sus obras?

    D: Bueno Independencia fue un éxito, se vendió completamente y estamos trabajando para sacar una segunda parte digital con la Editorial Oriente, pero queremos rehacer el cap 1, con mejores trazos y un guion más detallado, contando claro la misma historia, La Orden del Cemí espero tenga la misma si no más aceptación. Las pocas personas que han podido revisar algunas páginas han quedado a la espera de comprarla. Ojalá rompa las ventas de la plataforma donde se publique.

    O: Muy positiva. Independencia se vendió por completo en menos de 3 meses. Varias amistades que me topé en grupos de cómic y mangas me han contado anécdotas, desde como se los prestaban entre sí, hasta como se las robaban a otros amigos solo para leerla jajaja y en un curso de animación en La Habana se da de referencia para clases.

    R: ¿De cuáles fuentes literarias, reales o ficticias bebieron para ambas obras?

    D: Para Independencia usamos todos los libros de historia que pudimos, no solo aquellos que usamos en la escuela. La investigación ha sido fuerte y todavía seguimos analizando como vamos a hacer las adaptaciones de lo sucedido para extrapolarlo a un universo diferente y futurístico. Con La Orden del Cemí he tenido mucho apoyo por parte de personas que manejan parte de la historia de Cuba de otra forma. Me refiero a la parte de los personajes históricos que aparecen, su forma de ser, pequeñas anécdotas que no están recogidas en los libros. Mucha revisión de los textos de Samuel Feijóo, de Fernando Ortiz, del Padre Las Casas, y muchos otros.

    O: En mi caso comentaré más de la parte visual, ya que Dayron es el que se encarga del guion. Para Independencia fue una mezcla de elementos reales como los uniformes y armas de aquel tiempo, pero teniéndolas que adaptar a un entorno sci-fi. Star Wars fue otro referente más a la hora de lograr los elementos sci-fi y cosas también como la vegetación y el ambiente como las islas flotantes. Otro referente fue Yeyín, por ser similar en que es una historia de ciencia ficción y cubana. En especial tomé elementos de la protagonista para lograr los diseños de Antoniette y varios de los otros personajes. Para la Orden del Cemí como mencioné en otras preguntas, utilice muchas fotos de archivos y locaciones que mandaba Dayron, así como basar los personajes en personas vivas para darle un toque más realista a la obra.

    R: ¿Cuáles retos les planteó y cómo los resolvieron?

    D: Por la parte escrita el mayor reto es siempre cómo adaptar algo y ser lo más justo posible. Poner a personajes de la historia o de la cultura y que no queden manchados o como simples rellenos, darles vida, personalidad en tu historia, que se sientan vivos y que luego cuando las personas lean la historia, deseen investigar un poco más en otros textos.

    O: Por la parte visual, lograr que todos los elementos en la historia sean representados de manera muy única y sean reconocibles a simple vista por los lectores. Diseñar personajes que reflejen como es la vida de donde originalmente nos inspiramos y que a su vez sean los suficientemente exclusivos dentro de la historia que creamos, bien sea fantasía o ciencia ficción. Por último, lograr que los personajes transmitan las emociones que requiera el guion y que estas lleguen a los lectores.

    R: ¿Qué proyecto les enorgullece más y por qué?

    D: Por mi parte no tengo un proyecto que ame más que otro, Óscar y yo tenemos 4 proyectos de cómic: Independencia, La Orden del Cemí, La danza de los Loas y Cross End. Cada una de ellas tienen su historia particular y su magia a la hora de llegar a las manos de los lectores, si bien solamente Independencia 1 ha sido publicado, La Orden del Cemí está próximo a salir y los otros dos, tienen sus caminos abiertos y listos.

    O: Pienso que cada proyecto que tenemos tiene su propio estilo particular que los hace interesantes en su propio mérito. Independencia es una serie de ciencia ficción / ópera espacial. El universo de la Orden del Cemí explora lo sobrenatural y Cross End es una historia de acción y fantasía. Pero creo que Cross End sigue siendo mi proyecto preferido, sin quitarle mérito al resto.

    R: ¿Cómo investigan para proyectos históricos como la Orden del Cemí, por ejemplo?

    D: Al ser de Santiago de Cuba, la mitología campesina es muy cercana a mis raíces. Tengo familia del campo por lo que crecí escuchando de cagüeiros, güijes, ciguapas y fantasmas de ahorcados en las ceibas. Retomando lo de lector, siempre fui fiel admirador de Samuel Feijóo. Aun cuando no haya visto muchas pinturas de él, si leí lo necesario. En marzo del 2023, en una conversación con Óscar sobre nuestros proyectos, le dije: tengo una historia que me da vueltas en la cabeza desde hace tiempo, sobre una Orden secreta que protege la mitología cubana. Eso fue todo en ese momento, estábamos envueltos en terminar el 2do capítulo de Independencia y en arreglos a Cross End. Llegó julio y por tercera o cuarta vez vi la convocatoria del Edad de Oro, tal vez las cosas pasan cuando deben de pasar, o quizás el velo mágico de los Cemíes me dijo: “Este es el momento”. La convocatoria tenía cómic. Yo llamé a Óscar y le dije: ¿Quieres que participemos en el Concurso La Edad de Oro? Solo tenemos unos escasos 18 días. Él me respondió: Pero no tenemos historia, ¿qué enviamos? Yo solo agregué: Dame dos días y tendrás un guion, pero tendremos que trabajar como nunca. Y así fue, durante dieciséis días WhatsApp nos ayudó a mantener conversaciones de hasta dos horas, de mañana, tarde y madrugada. El proceso investigativo fue pura inspiración también. No sabía cómo iba a empezar mi historia, solo tenía a un joven médico metido en el medio de una guerra entre dos grupos secretos que se querían eliminar. Entonces fue cuando me saltó Mitología cubana de Samuel Feijóo. Mi investigación me llevó a la tumba del maestro en el cementerio de la Colón de la Capital.

    O: En mi caso es siempre buscar todas las referencias fotográficas posibles, bien sea desde internet o salir a pie al lugar y buscarlas. Para la Orden del Cemí como estaba basada mayormente en La Habana, Dayron me consiguió fotos de los modelos para los personajes y algunas locaciones, de ahí yo las traduje a mi estilo, empecé a diseñar los personajes y hacer las viñetas. Fue duro, nunca en mi vida había logrado terminar una historia en menos de un mes, pero el esfuerzo, al final, valió la pena.

    R: Seguro que sí. ¿Cómo manejan los desacuerdos creativos en el equipo?

    D: Como todo proceso creativo no está exento de desacuerdos, somos dos personas diferentes con un mismo ideal en el cómic, pero aun así hay cosas que veo de una forma y Óscar las ve de otra, sencillamente se conversa, mucho, mucho, mucho, todo el tiempo.

    O: Discutir, dialogar y conversar hasta llegar a un acuerdo mutuo. No hay mucho más que decir ahí.

    R: Encontré, en mis investigaciones que, según Roberto Hernández, el cómic nacional tiene tres rasgos distintivos:

    -Expresividad caricaturesca

    -Sincretismo visual con mezcla de simbolismos afrocubanos y vanguardias europeas.

    -Humor criollo, más que nada la ironía frente a la adversidad.

    ¿Están ustedes de acuerdo con estas características? ¿Cómo están presentes en su obra?

    D: No sé de cuando es esa definición, pero estaré de acuerdo con ella hasta los 2000, ya han pasado 25 años de cambios en el cómic cubano. La era digital ha hecho que los jóvenes puedan consumir otros materiales, en especial Japón, que es el rey de los cómics (dígase manga) y en Latinoamérica tiene tanta aceptación. Hoy día ese concepto debe crecer, pues muchos jóvenes no estarían de acuerdo.

    O: Diría que fue así durante mucho tiempo, en especial durante los ‘80 y ’90 donde las caricaturas eran mas populares. Pero ya en estos tiempos, con la influencia digital y todo lo que se consume en el país ya se hacen otros tipos de cómic, diría que hasta más serios. Sin mencionar la influencia que ha tenido el manga en este país y Latinoamérica. Yo creo que el concepto actual ya no va de acuerdo a lo que se produce en Cuba.

    R: Creo que fue Juan Padrón quien dijo que un lápiz podía ser tan subversivo como un fusil. Quizás sea el momento de afilar el nuestro con algunas preguntas polémicas.

    El cómic, ¿manifestación artística o subcultura? ¿Corruptor del idioma o herramienta pedagógica y arte popular? ¿Cuál es el concepto de ustedes y como lo llevan a su obra?

    D: Claro que lo veo como una manifestación artística, pero tal vez yo no sea nadie para catalogar su estatus entre lo que se considera arte. He escuchado historias de graduados del ISA y San Alejandro en las cuales los profesores ven mal el desarrollo de los futuros ilustradores o dibujantes cómic, para ellos si es un arte menor.

    Lo que deseo alcanzar con mis cómics es la enseñanza, Independencia se puede utilizar como medio didáctico para emocionar al los estudiantes de secundaria y pre en la historia de nuestro país. Al final de cada capítulo dejamos un epílogo que dice de donde tomamos la idea para el mismo. Con La orden del Cemí pretendemos hacer un acercamiento a una mitología que casi toda Cuba desconoce y que puede desaparecer.

    O: Yo veo al cómic como manifestación artística. Varios de mis compañeros del medio aquí en Santiago se han graduado usando de tesis el Noveno Medio (La historieta) y hemos realizado exposiciones de historietas en galerías también. Herramienta pedagógica y arte popular definitivamente, ya sea para enseñar valores o para mostrar algo que no es tan conocido de una manera diferente, entretenida y didáctica. El concepto de nosotros varía en dependencia de la historia que queramos contar. En Independencia es sobre las Guerras de Independencia Cubanas, con La orden del Cemí hablar sobre la mitología cubana.

    Página de La Orden del Cemí

    R: Juan Padrón (Elpidio Valdés) criticaba la «alienación» de cómics que imitaban estilos extranjeros. Rafael Morante el creador de Alona (ciencia ficción atemporal) defendía que: «Cuba es parte del cosmos y nuestra ciencia ficción también es patria». ¿Cuál es el criterio de los creadores de la Orden del Cemí? ¿Se decantan por las raíces locales o prefieren un carácter más universal?

    D: Estoy de acuerdo con ambos, Padrón en su momento defendió esto porque era necesario. Él era hijo de una época y respondía a esa educación y cultura. Además logró demostrar que sí se podía tener un estilo propio cubano (en mi opinión). Pero Morante también tiene razón, somos parte de un universo de historias que no terminan en nuestras costas o costumbres. Imagina que solamente nuestra literatura fuese cubana, sin matices del resto de la narrativa universal: ¿Qué tipo de literatura tendríamos?

    O: Yo también estoy de acuerdo con ambas posturas. Es cierto sería mejor tener un estilo artístico para Cuba, pero no se puede dejar de largo las influencias ni las historias extranjeras que, ya que sin ellas, no fuéramos lo que somos hoy. La identidad de Cuba siempre ha estado marcada por influencias de todo el mundo.

    R: Cuéntenme sobre las políticas de derecho de autor para los historietistas cubanos según la ley número 154 del 2022. Tengo entendido que esta ley no garantiza la protección económica y que los historietistas ceden sus obras a editoriales estatales sin regalías, bajo el argumento de «difusión cultural gratuita».

    D: Bueno, de esto no puedo hablar mucho porque desconozco la ley como tal, por lo cual debo leerla e interpretarla. De lo que si te puedo hablar es de lo que dicen los 2 contratos que he firmado. En primer lugar, firmas un contrato donde cedes los derechos de publicación durante cinco años. Vencido ese tiempo no tienes obligación de seguir con ellos. Se firma por una tirada con cantidades específicas de impresiones del ejemplar, de reimprimirse vuelves a cobrar. En caso de publicación en papel, se debe pagar el 100% del contrato una vez publicada la obra y si es digital, se cobra el 10% de las ventas obtenidas por la editorial. Ellos no tienen derecho de autor sobre la obra en sí, sino sobre la edición que están realizando. De cierta manera tienes una ventaja de cobro total por tu obra en cuanto sale, en el mundo si no vendes no cobras.

    Lo que quizás se deba analizar es la cantidad de pago por la obra según los momentos que vivimos. Que conste que desearía poder cobrar las regalías por concepto de ventas, aunque eso significara quizás, que el cobro inicial fuese más bajo, no sé, a lo mejor me estoy clavando una espada yo mismo. Tengo que aprender mucho de este mundo editorial.

    O: No sé mucho del tema, porque no conozco esa ley, como tal. Hasta donde hemos publicado, he hecho 2 contratos editoriales. Una vez firmas con la editorial estas tienen el derecho de publicación de la obra durante 5 años y una vez se acaba no estamos obligados a volver a firmar con ellos. Lo que nos pagan más por la cantidad de tiradas que se hacen que por el trabajo neto, eso sí. No se pagan regalías por concepto de ventas. Desearía que se hiciera así aquí también.

    R: ¿Tiene actualmente el cómic cubano acceso al mercado internacional? ¿Por qué creen que esto sucede y por qué no se favorecen los contratos con editoriales extranjeras en aras de una mayor difusión?

    D: Creo que son pocos los cómics cubanos que tienen acceso al mercado internacional, empezando porque no hay formas de participación directa. Es muy difícil llegar a editoriales fuera Cuba que se interesen por nuestro producto. Muchos artistas optan por publicar en plataformas como Webtoon o realizar campañas de Kickstarter para buscar patrocinadores, esto tiene como mayor dificultad que no hay una forma de pago directa al bolsillo del autor. Algunos otros han logrado participar en importantes ferias internacionales, desconozco cómo. En algunos pocos casos, existen dibujantes trabajando para grandes compañías del cómic en otros países.

    Tal vez debemos pensar, que la historieta cubana no ha logrado crear personajes como los superhéroes de Marvel y DC, los ninjas de Naruto en Japón, o alguno tan intrépido como Tintín de la escuela franco-belga. Es probable que debamos hacer tramas que tengan nuestra cubanía pero que sepan llegar a otros lectores del mundo.

    O: Son muy pocos los cubanos los que logran llegar al mercado internacional. No están interesados del todo en nuestro país. La mayoría de los historietistas que conozco actualmente publican en plataformas digitales como Webtoon o Manga Plus Creators, o se intentan financiar mediante Kickstarter. Hay casos de artistas cubanos trabajando para editoriales extranjeras y otros en ferias internacionales como Montos y Orestes Suarez.

    R: ¿Es cierto que aún hay censura en el cómic o esto es agua pasada? ¿Se mantiene el hecho de que para publicar los autores necesitan un aval estatal?

    D: Te voy a hablar de nuestro caso con Independencia. Una amiga quiso llevarle la historia a su hijo, que era fan del manga. Nunca lo hizo, se llevó la historia casi en bocetos y esta fue a parar a una gaveta de su trabajo. Allí estuvo por casi un año, cuando otra amiga mía del primer taller de Aida Bahr me llama y me dice: Estoy leyendo un libro tuyo y queremos publicarlo.

    Rápidamente pasé por su trabajo y nos sentamos a conversar. Era la Editorial Oriente, quienes no habían publicado un cómic hacía más de 20 años. Sin embargo, vieron lo mismo que nosotros como creadores estábamos buscando, llevar la historia de Cuba a otro nivel. De cierta forma sí, fuimos aprobados, pero realmente no fuimos quienes presentamos el trabajo, pero nunca he escuchado eso de avales para poder publicar cómics.

    O: Yo diría que no tanto. Hay una escena en Independencia 1 donde hay cortes y sangre explícitas y no nos dijeron que había algún problema con eso. Y nunca en mi vida había escuchado sobre un aval estatal para publicar. Lo que puede pasar es que te la rechacen, sea porque no es lo que buscan o porque la historia no está completa.

    R: ¿Por qué creen que no hay más mujeres en el cómic, tanto guionistas como dibujantes? Según las fuentes que consulté son menos del 20% del total de autores publicados.

    D: Si te refieres a Cuba, supongo que no a todas las mujeres dibujantes les gusta la historieta. Prefieren la ilustración, incluso como ya te dije, salieron de escuelas que les dijeron que la ilustración y la historieta es algo menor, pero como no se sienten (quizás) preparadas para ser grandes pintoras, se decantan por la ilustración. Pero en el mundo sí existen grandes dibujantes y guionistas mujeres. La industria del cómic fue dominada por hombres. No voy a analizar las causas, para no caer en la guerra del machismo y el feminismo, pero en la pintura también es así, la mayor parte de los pintores reconocidos de todas las épocas son hombres. El mercado también influye hoy en día con esta desigualdad.

    O: Aquí en Cuba creo que la mayoría de mujeres prefieren más hacer ilustraciones que historietas. Quizás sea porque ven el cómic como algo que toma mucho tiempo, pero la verdad no sé. Eso es aquí en Cuba, pero en el mercado internacional sí hay fuertes referentes de autoras femeninas de gran calibre tanto en el cómic americano, como en el cómic europeo, el manhwa y manhua.

    R: Al leer Independencia me di cuenta de que tiene reminiscencias del manga japonés en el estilo de dibujo. ¿Qué opinan ustedes del criterio de los puristas que rechazan estas influencias? ¿Está en riesgo la identidad del cómic cubano?

    D: Independencia fue creada por Óscar para ser un manga. Pudo ponerlo en el orden de lectura del manga, en cambio, prefirió mantener el orden de lectura de la historieta latinoamericana. Ya hemos recibido alguna reseña orientada a ese rechazo puritano. Dejemos que los especialistas sigan haciendo esos análisis. Independencia 1 vendió 7 mil copias en menos de 3 meses de su salida, y mucha gente no se enteró de que existía, pues nunca pudieron verla. Recibimos una carta en Editorial Oriente de un fan el cual nos felicitaba y daba hasta consejos para próximos capítulos, entonces, algo hicimos bien ¿no?

    O: Con Independencia quería hacer un manga, pero de camino cambié la lectura al sentido americano tradicional. Pensé que como estoy publicando mi obra en Cuba, la mayoría de los lectores no estarán acostumbrados al formato de lectura japonés (el cual de hecho es natural solo de Japón). En cuanto a las críticas de los puristas, doy gracias por la promoción gratis a mi obra. Se imprimieron 7000 copias que se agotaron en aproximadamente 3 meses. Hubo fans que me hablaron sobre cómo se las prestaban entre sí para poder leerla y algunos que también robaron copias (jajajaja).

    R: Sin embargo, tengo entendido que ya en La orden del Cemí esta influencia deja de ser evidente. ¿Se trata de un acto consciente en aras de reflejar la identidad nacional o es un esfuerzo por desarrollar un estilo propio que al mismo tiempo sea caribeño e internacional?

    D: Entre Independencia 1 y La Orden del Cemí existen varios años de trabajo, de madurez en cuanto a dibujo y el guion mismo. El consejo para mi compañero dibujante, es que como empírico que es, está obligado a tener un estilo propio más marcado que el de un dibujante de academia. Entonces, debe encontrar la manera de que sus personajes sean orgánicos y fáciles de reconocer por parte del público, así como cuando ves el trabajo de Frank Miller, Frazetta, Joe Madureira, Stan Lee y otros.

    O: La cosa es que desde Independencia 1 ha pasado mucho tiempo y yo al menos no me quedo estancado, siempre busco cómo mejorar mi estilo. También, con la Orden del Cemí sentía que tenía que hacer los personajes un poco más realistas ya que es una ficción basada en la realidad.

    R: Es necesario mencionar el gran trabajo de los proyectos como La Vitrina de Valonia, centro cultural único en Cuba, dedicado a promover el cómic como expresión artística y patrimonio cultural, además de fortalecer los vínculos entre Cuba y la región belga de Valonia. Proyecto que depende, en gran medida, de la financiación internacional. ¿Cómo creen ustedes que afectan, tanto a la industria como a la historia del cómic en Cuba, los desafíos que tiene actualmente la institución en cuanto a digitalización precaria, conservación patrimonial y fuga de talentos? ¿Cómo afectan estas circunstancias a los jóvenes artistas?

    D: Creo que Óscar pensará igual que yo, ni idea. He visitado la Vitrina de Valonia en dos ocasiones y solo una vez he cruzado palabras con sus directivos. No sé qué es lo que hacen, ni cómo. Menos, cuándo, nuestro trabajo ha estado orientado directamente a Editoriales cubanas por los canales que todos pueden utilizar: concursos y un poco de suerte de documentos mal archivados (jajajaja).

    O: Ni la menor idea. Es más, diría que, si bien han hecho algunos cómics antológicos y varios cursos de historieta, sus publicaciones, al ser estas de muy alta calidad y de distribución limitada, no han tenido tanto impacto en Cuba. Las obras que nosotros hemos presentado han sido a través de editoriales y concursos cubanos, así que no sé qué más han hecho. Mi sensei, que es como le digo a Ernesto (quien me ayudó bastante a mejorar mi estilo, así como a revisar el 1er capítulo de Independencia), entró en un curso de animación en La Habana y me comentó que allí, la mayoría de los que entraron, conocían mi historia. Así que, he oído más hablar en La Habana de Independencia que de la propia Vitrina de Valonia (jajajaja).

    R: Qué honor y alegrías, ¿verdad? Ahora bien, pregunta difícil: cómics cubanos autopublicados y otros que circulan underground por sus temáticas. ¿Mito o realidad? ¿Se arriesgarían ustedes a tomar estos caminos por la fe en un proyecto?

    D: Autopublicarse es posible en internet, pero sin una comunidad que te siga, puedes caer en el anonimato y que tengas un libro o diez en Amazon no significa que alguien te vaya a leer. Por nuestro proyecto haremos lo necesario, incluso buscar financiamiento externo. La Orden del Cemí no es solo un cómic, es todo un universo transmedia que vengo preparando y en el que Óscar es el Dibujante principal, con total libertad para crear nuevos personajes. En un futuro pueden unirse otros dibujantes, escritores y cineastas.

    R: Interesante. Un puesto para mí por favor, jajajaja.

    O: Es realidad, pero te arriesgas al anonimato y que nadie te reconozca fuera de un círculo muy cerrado. Incluso tener un libro en Amazon no hace ninguna diferencia.

    R: Piratería del cómic cubano por escasa distribución física que impulsa copias no autorizadas y ausencia de mecanismos implementados para su protección en internet. ¿Mito o realidad?

    D: Las plataformas para la venta de material digital en Cuba son escasas e ineficientes. Ese es el mayor problema del por qué no tenemos un alcance internacional, pero espero que en un futuro eso se resuelva.

    O: Por raro que suene lo que voy a decir, pero casi no me he topado con ningún cómic cubano en línea. Aparte de algunos famosos como Elpidio, ni Independencia ni la Orden del Cemí circulan en línea. Dicho esto, espero que algún día tengamos más alcance internacional y consigamos alguna plataforma digital para la promoción de obras cubanas.

    R: Quizás la idea de enviarlos a grupos de lectura, pudiera ser algo positivo. Siempre que la editorial lo permita y ustedes estén de acuerdo. Valoren, a futuro, esa idea. Ahora, una pregunta directa de los lectores que echan de menos la ausencia de un personaje como este. ¿Tienen pensado en algún momento desarrollar un superhéroe cubano? Realmente no recuerdo ninguno así. Pero, por lo que he visto y me han contado ustedes, los trabajos que desarrollan actualmente ofrecen posibilidades.

    D: Bueno, no sé qué tanto funcionaría un superhéroe cubano, más cuando el mundo está dando seguimiento a otros héroes o antihéroes de carne y hueso, sin ofender. Yo adoro Marvel, DC, y cuantos súper han pasado por mis manos. Pero tenemos la riqueza de contar otras cosas, de poner a nuestros héroes en otros mundos defendiendo la cubanía. Óscar puede hablar sobre algo de mechas en Cuba, una idea futura.

    R: ¿Mechas en Cuba? Cuéntame, Óscar, por favor

    O: Personalmente, no me gustaría desarrollar un superhéroe cubano, no porque no me gusten, sino que siento que no encajarían bien ni con nuestra cubanía ni con mi línea de historietas. Dicho esto, sí me gustaría algún día hacer una historieta de mechas cubana. A uno de mis colegas se le ocurrió un concepto muy original que me gustaría ver en algún momento (jajaja).

    R: ¿Cuáles son los planes del equipo para el futuro?

    D: Mucho trabajo, tenemos tres universos listos para desarrollar. Independencia constará de un 1er arco de 10 capítulos y luego, ¿quién sabe? La Orden del Cemí tendrá un primer arco de 5 capítulos para dar comienzo a la historia, pero también tiene muchos spin-off a través de la historia de Cuba. Cross End es el niño pequeño de Óscar. Él puede hablar mejor que yo sobre ella. Es su historia y yo solo lo ayudo en ella a organizar los diálogos.

    O: Sí, mucho trabajo. Independencia contará con 10 capítulos de momento, La Orden del Cemí creo que serían 5 capítulos para un primer arco narrativo y varios spin-off. Cross End por otro lado, es una historia más personal que llevo queriendo desarrollar durante muchos años y con la que he tropezado varias veces, pero gracias a un familiar mío quizás sea capaz de salir adelante. Aun así, Dayron me ayudará a organizar los diálogos y el lore, si hay algún problema con este.

    Roja: ¿Noveno arte? Lo creo. Es dulce, efímero, quizás incluso más que la literatura en sí. ¿Gratificante y agotador? Sí, para todos aquellos que se dedican, contra viento y marea, a desarrollarlo. ¿Cómo será el vuelo del cómic cubano en futuro? Las páginas me lo dirán.

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    (Santiago de Cuba, 1980). Oftalmóloga. Segundo lugar en el concurso Farraluque (2021). Primer lugar en el concurso Homenaje a Eloísa Álvarez Guedes (2022), tercer lugar en el 2024. Finalista de equipo en el Quinto Campeonato Internacional de Escritura de Consignas Escritores (2024). Mención en el concurso Oscar Hurtado (2025), categoría ciencia ficción.

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