Utilizando una técnica de «cut up» Mauricio Aragón mezcla fragmentos tomados de libros de Ray Bradbury y William Burroughs, de María Mercedes Carranza, de Raúl Zurita, Rómulo Bustos, de Evelio Rosero y de Jorge Franco. En la suma de las imágenes que esos textos contienen, se pretende ver una conexión que simboliza los horrores nacionales, en una singular galería de espejos.
Y de las bocas de la gente que formaba aquella marea, salía un sonido de río. Un río de verano que iba a alguna parte, sonoro e irrevocable. (Bradbury)
A la paisa. A las madres de la plaza de mayo. A la agrupación de los familiares de los que no aparecen. A todos los tortura, palomos de amor, países chilenos y asesinos. (Zurita)
Una vieja enciende su cigarrillo y enjuicia la escena: “Nos van a sacar muertos—dice— de este pueblo de campanas y de entierros, muertos por los muertos, por los obligados a morir todos los días. (Rosero)
Millones me verán. En las pantallas mi sangre es limpia y pálida. Unos segundos de cuerda floja bastarán. Luego me incrustarán unos tubos en la tráquea. Y mis ojos no apuntarán al puro vacío. Mi muerte no me duele, no ahora. Puedo tocar mi mal y mi bien y una bola de fuego licúa la mierda del mundo. Es verdad que estoy triste pero mi pasado ya no me pesa. En mi frente se dibuja un cielo azul en el cual no brilla ninguna condena. (Mulés)
Estaba muerto –me dijo mientras le bajaba el volumen al aparato—. Fue cuando lo sacamos a pasear. Después de que lo mataron nos fuimos de rumba con él, lo llevamos a los sitios que más le gustaban, le pusimos su música, nos emborrachamos, nos embalamos, hicimos todo lo que a él le gustaba. (Franco)
Las ventanas muestran paisajes destruidos, carne y ceniza se confunden en las caras, en las bocas las palabras se revuelven con miedo. En esta casa todos estamos enterrados vivos. (Carranza)
A los pocos días de nacido apareció el demonio. Se posó sobre el cabezal de la cama siguiendo con su pico el movimiento de mis ojos. Una vez más madre lo espanta con un grito en medio del recuerdo. (Bustos)
Un mundo irreal de papel y sin embargo completamente real porque está sucediendo. (Burroughs)