Close Menu

    Subscribe to Updates

    Get the latest creative news from FooBar about art, design and business.

    What's Hot

    James Gunn’s Superman: azoro, riesgo y provocación

    julio 12, 2025

    Tres poemas de Memoria del sueño vegetal, de Irina Henríquez

    julio 7, 2025

    Notas sobre la historia de la vanguardia intelectual afro

    julio 2, 2025
    Facebook X (Twitter) Instagram YouTube WhatsApp
    Facebook X (Twitter) Instagram
    Revista El Laberinto del MinotauroRevista El Laberinto del Minotauro
    Subscribe
    • Literatura
      • Lecturas
      • Reseñas
      • Narrativa
      • Poesía
      • No ficción
      • Coartada
      • Esquinas de Yellow Hell City
    • Entrevistas
      • Política
        • Paro Nacional en Colombia
    • Cine y series
    • Cómic
    • Música
    • Contáctenos
      • Quiénes somos
    Revista El Laberinto del MinotauroRevista El Laberinto del Minotauro
    Portada » James Gunn’s Superman: azoro, riesgo y provocación
    Cine y series

    James Gunn’s Superman: azoro, riesgo y provocación

    Antonio Enrique González RojasBy Antonio Enrique González Rojasjulio 12, 2025Updated:julio 12, 2025No hay comentarios7 Mins Read
    Facebook Twitter WhatsApp LinkedIn Tumblr Email
    Share
    Facebook Twitter LinkedIn Pinterest WhatsApp

    Un repaso a las múltiples reacciones que entre el público y la prensa especializada ha generado la nueva película de James Gunn: Superman (2025), arroja un curioso saldo: azoro. La expectación de muchos, el descreimiento de otros tantos, el escepticismo del resto, el “placer culposo” de los no pocos que rechazan públicamente al superhéroe por antonomasia, a favor de otros personajes más “complejos” y oscuros como Batman, pero no dejan de estar al tanto de sus avatares gráficos y audiovisuales, pues han confluido en una general sensación de estupefacción.

    La versión que Gunn hace del primer gran personaje de cómics (¿el más grande, el dios de los superhéroes, el gran arquetipo o el estereotipo defintivo?) que toma en sus manos —tras una notable trayectoria en este territorio fílmico a golpe de reivindicar caracteres “menores”, outsiders, bizarros, dotándolos de un protagonismo para el que nunca fueron diseñados— ha tomado desprevenidos a casi todos.

    No convence, pero confunde sobremanera. Entusiasma al mismo tiempo que enerva, provoca, casi trastorna. Es lo que nadie esperaba. Aunque bien se sabe qué esperar de James Gunn: alta emotividad, personajes empáticos, relatos dinámicos, amor por los animales, modelos portuguesas, nepotismo (aun) simpático, paletas cromáticas refulgentes, sinceridad, entusiasmo casi rabioso, y la perenne sensación de que es un director B o Z al que un hada madrina le concedió el deseo de tener millones para filmar sus sueños.

    Tráiler de Superman (2025)

    Pero esta película suma una variable riesgosa en extremo: Superman no es un personajillo perdido entre los millones de páginas de los cómics de DC o Marvel, en espera de ser notado y reformulado a fondo por una mirada tan curiosa como la de Gunn. No es Polca Dot Man, no es Peacemaker, ni siquiera son los Guardianes de la Galaxia. Es un personaje que no ha dejado de estar en la primera línea, y es, por muchas señas y razones, la mera encarnación comiquera de Jesucristo. No por casualidad, en la introducción del relato de marras se cuenta que a los 30 años se revela al mundo, y las peripecias de la película transcurren durante su año 33 de vida.

    Esto es nuevo para James Gunn y para su cine “cuasi autoral” —o al menos bien discernible de entre la gran masa artesanal de Hollywood; y más aún en esta zona súper heroica.

    A la vez, la película se debate sin cesar entre la autonomía que requiere su protagonista y la (re)presentación en sociedad de un universo audiovisual que en tercera instancia, es la rectificación de un intento previo de DCU que naufragó con más estrépito que el Titanic. Gunn es un verdadero reanimador, un salvador que carga la enorme responsabilidad de salvar cualitativa y cuantitativamente un proyecto que se resiste a vivir. No explora una terra incognita, sino un espacio demasiado conocido, demasiado comprometido.

    Gunn destaca por sus películas corales, sobrepobladas de personajes en constante colisión, descubrimientos mutuos y final armonización de sus diferencias irreconciliables en apariencia. Son como piezas de diferentes puzles que tratan de engarzar en una nueva composición. A excepción, claro, de la infravalorada y sardónica Super (2010), que sigue siendo su mejor cinta, aunque él no lo reconozca. Pero a la larga, Crimson Bolt sigue siendo un personaje desclasado y marginal. Superman no, lo repito.

    Inmerso en esos esos grandes riesgos que aún no arrojan los dividendos definitivos en taquilla, última y definitiva palabra en todo este asunto, Gunn asume otros más. Como si combatiera fuego con fuego. Apuesta por proponer una historia que inicia justo en media res, hasta el punto de parecer más una secuela o tercera entrega de un personaje desarrollado con largueza en entregas previas. No por gusto el propio Corenswet declaró que la película se asemejaba a Star Wars en ese aspecto.

    Póster de la película

    Superman despliega con verdadera premura, casi con precipitación, un universo maduro. El relato inicia justo a la mitad de una batalla que empezó fuera de campo, tres minutos antes de los acontecimientos que se perciben.

    Pocos años antes, una de los últimos intentos del anterior DCU por sobrevivir, Black Adam (Jaume Collet-Serra, 2022), apostó por esa lógica, al introducir de sopetón una Sociedad de la Justicia de América madura, con un avatar del Dr. Fate (Pierce Brosnan) en sus postrimerías. Pero Black Adam no es Superman y la película surgió en medio del desastre.

    En Superman no hay entradas triunfales con los usuales subrayados dramáticos de fotografía y sonido. Los personajes aparecen como caras familiares que pareciera que dejamos de ver poco tiempo antes, y sencillamente se reincorporan a la trama, con desenfado y seguridad que una vez más, azora por lo inesperado y por el descaro orgánico lucido.

    El ritmo de montaje emula el hojeo de las páginas de un cómic, con el consecuente poder sintético de las viñetas: cada una puede resumir largas secuencias fílmicas. Pero Gunn opta por replicar en lo posible en lo cinemático  la pura experiencia lectora, como han notado ya muchos de los que han analizado la cinta en diversos medios. Los sucesos casi se atropellan, no hay pausas reflexivas, momentos introspectivos, ni dilataciones del tiempo psicológico.

    Todo es fugaz y trepidante. Viñeta a viñeta. El nuevo DCU pudiera entonces perfilarse como un relato que puede empezar por cualquier parte, por el número que llegue por primera vez a las manos de un entusiasta del cómic, quien luego procederá a completar y profundizar sus conocimientos remitiéndose a ediciones pasadas y futuras. Todo apunta a una experiencia radial.

    El previo y discreto serial de los Creature Commandos (2024) ya lo anunciaba así, y ahora Superman parece refrendar esta lógica nada lineal, en la que el universo se develará por sorpresa en cada producción por venir. ¿Habrá precuelas? ¿O todo partirá retadoramente de la media res? La taquilla dictará final sentencia para el nuevo DCU, que pudiera tener en Superman su primera y última película, o su reinicio torrencial. El azoro implica un equilibrio muy precario y riesgoso que no permite predecir con claridad aun las suertes del proyecto. La indiferencia está descartada.

    Fotograma de la película

    Volviendo al riesgo inicial y mayor: ¿cómo lidia James Gunn con un personaje cimero como Kal-El? Pues apropiándose de él, e “infectándolo” de más dudas y fragilidades que la versión de Zack Snyder —cuyo Man of Steel (2013) es otra película subvalorada que logra emular a The Dark Knight (Christopher Nolan, 2008), valga decirlo—, transformándolo en un personaje esencial e ingenuo, y por ende descolocado en un mundo que no es para nada esencial o ingenuo. Gunn sencillamente lo convirtió en uno de su equipo, desplegando sus habilidades probas como constructor de personajes y efectivo director de actores.   

    El Superman que encarna el hasta ahora casi desconocido Corenswet es casi un niño, que vuela demasiado por encima de las honduras humanas. Es confiado, casi quebradizo. Sus grandes poderes apenas pueden contra la perversidad humana, y sobre todo contra la desesperada y obsesiva vileza de Lex Luthor (Nicholas Hoult), presentado aquí como una mixtura de la extravagancia farsesca que la confirió Gene Hackman al personaje, y las legítimas dudas de un Bruce Wayne que desconfía de la capacidad de Kal-El para lidiar con su infinito potencial.

    La Lois Lane de Rachel Brosnahan aparece sin trazas de lady in distress. Nada de vuelos románticos ni salvadas de último minuto mientras cae de un rascacielos. Todo lo contrario. Es una salvadora, una humana resolutiva, así como una aguda periodista que pone en crisis todo el simplón sistema ético de Superman. A pesar incluso desde el amor que siente hacia este niño grande venido de las estrellas, portador de un peso simbólico titánico. Sobre estas tres actuaciones se sostiene el resto del andamiaje actoral.

    Esta nueva aventura de Gunn matiza el sobresaturado panorama del cine superheroico como un viento que revuelve la hojarasca, ya sea que moleste o deleite. Pero sin dudas sorprende y descoloca la percepción. Aturde, remueve y desafía al olvido.

    Relacionado

    Cómics DC Comics Superman
    Share. Facebook Twitter Pinterest LinkedIn Tumblr Email
    Previous ArticleTres poemas de Memoria del sueño vegetal, de Irina Henríquez
    Foto del avatar
    Antonio Enrique González Rojas
    • Website
    • Instagram

    (Cienfuegos, Cuba, 1981). Periodista y crítico de arte. Textos especializados suyos aparecen en publicaciones como Rialta Magazine, La Gaceta de Cuba, Cine cubano: La pupila insomne, El Caimán Barbudo, Hypermedia Magazine, Altercine (IPS Cuba), Cine Cubano, Esquife, Noticias de Arte Cubano, Bisiesto (Muestra Joven ICAIC), Enfoco (EICTV), la revista del Festival de Cine de La Habana, y otras. Ha sido guionista de varios programas televisivos especializados en audiovisual como Lente Joven, Banda Sonora e íconos del celuloide. Ha integrado jurados de la prensa en eventos como el Festival de Cine de La Habana. Ha publicado libros de ficción y crítica de cine, entre los que se encuentran: Voces en la niebla. Un lustro de cine joven cubano (2010-2015) (Claustrofobias, 2016), Tras el telón de celuloide. Acercamientos al cine cubano (Primigenios, 2019). “Críticas, mentiras y cintas de video” (Oriente, 2023) y "100 películas a plazo fijo" (Casa Vacía, 2023)

    Related Posts

    El Eternauta: La segunda muerte de Oesterheld

    mayo 2, 2025

    Devil May Cry: Hasta los demonios pueden llorar… de emoción por esta serie

    abril 27, 2025

    Daredevil: Born Again o el renacimento renuente

    abril 22, 2025
    Leave A Reply Cancel Reply

    50 + = 57
    Powered by MathCaptcha

    Demo
    Publicaciones recientes

    James Gunn’s Superman: azoro, riesgo y provocación

    julio 12, 202561

    Tres poemas de Memoria del sueño vegetal, de Irina Henríquez

    julio 7, 202565

    Notas sobre la historia de la vanguardia intelectual afro

    julio 2, 2025107

    El Eternauta: La segunda muerte de Oesterheld

    mayo 2, 2025123
    Redes sociales
    • Facebook
    • Twitter
    • Instagram
    • YouTube
    • Telegram
    • WhatsApp
    Lo más leído

    Notas sobre la historia de la vanguardia intelectual afro

    By Carolina Isabel Llanos Vergarajulio 2, 2025

    La investigación de Flórez Bolívar es, ante todo, un acto de justicia histórica que visibiliza a quienes desde las regiones han realizado aportes fundamentales al desarrollo intelectual de la nación. Además, constituye una cruzada para acabar, de una vez y para siempre, los discursos sobre el determinismo geográfico.

    A manera de introducción a la ciencia ficción caribeña

    octubre 29, 2024

    Marxismo gótico

    enero 5, 2024

    ¡Suscríbite a nuestra newsletter!

    Recibirás nuestros últimos contenidos, recomendaciones de lecturas y beneficios exclusivos

    Demo
    ¿Quienes somos?
    ¿Quienes somos?

    Somos una revista digital cultural cartagenera, independiente, enfocada en la difusión y análisis crítico de la cultura popular, especialmente, en sus manifestaciones en la literatura, el cómic, el cine y la televisión.
    Abordamos sin complejos los géneros populares y nuestra prioridad es dar visibilidad al trabajo de autorxs y narrativas tanto locales como nacionales.
    Resistiendo desde los márgenes de la cultura.
    Correo: Info@ellaberintodelminotauro.com.co
    Teléfono: +57 318 430 1019.

    Facebook X (Twitter) Instagram YouTube WhatsApp Telegram
    Lo más recientes

    James Gunn’s Superman: azoro, riesgo y provocación

    julio 12, 2025

    Tres poemas de Memoria del sueño vegetal, de Irina Henríquez

    julio 7, 2025

    Notas sobre la historia de la vanguardia intelectual afro

    julio 2, 2025

    El Eternauta: La segunda muerte de Oesterheld

    mayo 2, 2025
    Más popular

    Notas sobre la historia de la vanguardia intelectual afro

    julio 2, 2025107

    Tres poemas de Memoria del sueño vegetal, de Irina Henríquez

    julio 7, 202565

    James Gunn’s Superman: azoro, riesgo y provocación

    julio 12, 202561

    El Eternauta: La segunda muerte de Oesterheld

    mayo 2, 202518
    © 2025 El Laberinto Del Minotauro. Diseñado pory WEB CTGENA.CO.
    • Literatura
      • Lecturas
      • Reseñas
      • Narrativa
      • Poesía
      • No ficción
      • Coartada
      • Esquinas de Yellow Hell City
    • Entrevistas
      • Política
        • Paro Nacional en Colombia
    • Cine y series
    • Cómic
    • Música
    • Contáctenos
      • Quiénes somos

    Type above and press Enter to search. Press Esc to cancel.

     

    Cargando comentarios...